En busca de la diversificación de mercados, las empresas aumentan las exportaciones.
Con el mercado español en mínimos y saturado, las empresas españolas cada vez más ven al exterior, con un incremento notorio de las exportaciones desde el 2010, este sector tiene una clara tendencia de fortalecimiento y una interesante opción de diversificación para las empresas.
El proceso de internacionalización se plantea como una directiva estratégica para sostener la actividad en inmumerables sectores, sorteando la falta de inversión en investigación e innovación y la falta de inversión.
La internacionalización es un proceso que debe evaluarse en función de los requerimientos y recursos de la empresa, puede adoptar diferentes formas y pasar por varias fases. La primera la exportación, la empresa española posee una larga tradición exportadora y conoce bien los mercados exteriores, que le ha permitido equilibrar mejor sus ventas y adquirir un mayor tamaño. En esta fase no requiere un esfuerzo muy elevado ni conlleva un alto coste y para algunas empresas es la herramienta ideal para su diversificación.
En algunos casos la exportación no es suficiente, obligando a las empresas a pasar a una segunda fase, la movilización al exterior, este es un proceso más complejo, en que la empresa debe tener en cuenta asuntos como la figura jurídica, alternativas de financiación, opciones en materia tributaria y las ayudas que ofrecen los diferentes organismos oficiales.
La desición de internacionalizar una empresa es una inversión a medio plazo para no precitpitar decisiones y debe ser meticulosamente estudiada, de preferencia se debe buscar asesoramiento con personas expertas en el proceso.
Las grandes empresas asumieron hace muchos años que la internacionalización era clave para su subsistencia. El turno llego para las Pymes, todas las empresas que tengan una oportunidad de salir fuera deben aprovecharla.