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La formación online cada vez es mejor valorada, en el ámbito empresarial se valora el esfuerzo de compaginar este tipo de formación con un trabajo.

 

Actualmente la formación a distancia evoluciona al mismo tiempo que se desarrollan las tecnologías de la comunicación y de la información. Las necesidades formativas se incrementan y diversifican y, la inmediatez y la actualización continuada se convierten en factores esenciales

La enseñanza virtual, que prescinde de de asistir a un aula y escuchar a un profesor, para tener una enseñanza de calidad, gana adeptos cada día. El curso pasado 47.270 personas estudiaron una carrera o un máster oficial en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), que solo imparte clase por Internet. En la UNED (Universidad Nacional de Educación a Distancia), que hace 10 años empezó a incorporar sistemas interactivos, se matriculan 60.000 alumnos nuevos cada año y es el centro con más estudiantes de España. La mayoría de grandes corporaciones ofrece ya online parte de la formación continua a sus empleados.

La crisis, la necesidad de reciclaje laboral y de nuevas capacidades de aprendizaje borran los prejuicios contra la llamada ciberenseñanza, y nos abren la posibilidad de poder aprender cuando queramos y, en el momento que queramos, en un mundo lleno de conocimientos accesibles desde cualquier lugar, la educación online ha dejado de ser el pariente pobre de las maestrías presenciales y las más prestigiosas escuelas de negocios y universidades han tomado nota de esta tendencia.

La acogida a nivel empresarial de este tipo de formación también a mejorado, según Randstad, empresa de selección de personal, en algunos sectores incluso se acoge mejor. 'Las empresas valoran la institución o el centro formativo por encima de si la formación ha sido presencial u online. Siempre y cuando la formación esté homologada, algo fundamental, les es indiferente', explica. Un portavoz de su área especializada en puestos medios y altos añade que algunos clientes 'hasta valoran más positivamente la formación online', porque consideran que el candidato ha hecho un sacrificio especial si ha sido capaz de compaginarlo con un trabajo, quienes optan por un posgrado virtual no están buscando cambiar de compañía. Sin embargo, el networking (virtual) les resulta igualmente enriquecedor.

'Las empresas aplican cada vez más la formación a distancia internamente. Por eso confían cada vez más en los que llegan con ese tipo de formación a hacer entrevistas', asegura Albert Sangrà, director académico del centro de investigación, innovación y formación en aprendizaje virtual de la UOC.

La educación a distancia se consideraba pasiva y puramente autodidacta. Ahora la formación online, bien planteada, es más interactiva que la presencial. Un entorno virtual, bien enfocado, permite realizar actividades de dialogo difícilmente viables en una clase presencial, fomentar el pensamiento crítico por parte del alumno y establecer una Comunidad de Práctica introduciendo un nuevo elemento, la responsabilidad compartida, donde todos los miembros son participes del proceso de aprendizaje.

Aún así quedan muchas cuestiones sobre la calidad y la evaluación del aprendizaje, para evaluar la calidad de estos programas on line, The Economist o  el Financial Times miden la calidad de los contenidos, el nivel de los profesores y su ratio por alumno, y las herramientas tecnológicas utilizadas: desde blogs y foros virtuales, hasta videoconferencias on line. También se toma en cuenta qué proporción de ingresantes, efectivamente terminan el posgrado. Los mejores programas on line son altamente selectivos y sólo aceptan a uno de cada tres aspirantes. Esto asegura que más del 90% de quienes ingresan lleguen hasta el fianl de cada programa.

 La demanda de este tipo de enseñanza no es homogénea. De los 192.571 estudiantes matriculados en 2009 en estudios de primer y segundo ciclo, el 70% eligió estudios de ciencias jurídicas y sociales, es decir, carreras como Administración y Dirección de Empresas, Derecho o Económicas, según datos del Ministerio de Educación. El 13% se decantó por estudios técnicos (Ingeniería Informática, por ejemplo) y otro 13% por carreras de humanidades como alguna filología o Historia. Los estudiantes online de ciencias experimentales (Bioquímica o Ciencias de los Alimentos, por ejemplo) son solo unos pocos cientos, y a los estudios universitarios de Medicina, Enfermería y las ciencias de la salud en general, Internet casi no ha llegado.

Bolonia, dicen los responsables tanto de la UNED como de la UOC, supondrá el respaldo definitivo a sus métodos en Europa. Porque lo que pide el nuevo espacio europeo de educación es que el alumno sea más autónomo, más activo, más autodidacta.

Todos los profesionales del sector recuerdan que en 2009 un informe del Departamento de Educación de Estados Unidos concluyó que las enseñanzas virtuales pueden ser más efectivas que las presenciales. Sin embargo, hay algo que la UNED, la UOC y el IE Business School no niegan: siempre habrá algunas cosas que no se puedan sustituir por ordenadores.

Los métodos por Internet son perfectos para enseñar procedimientos, considera Francesc Fàbregas, director en España de la consultora GEC, compañía francesa especializada en formación corporativa. Pero para la enseñanza de actitudes, dice, todavía es necesario dar clases presenciales. 'Para enseñar a un comercial a vender, hay que enseñarle a mirar a los ojos. Eso hay que trabajarlo en persona', recomienda. Pero para el grueso de la formación continua en empresas, Fàbregas opta por las nuevas tecnologías.

Fuente: El Pais

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