A pesar de los recientes cambios y esfuerzos por ensalzar la formación profesional, los grados medios aún se siguen viendo como la alternativa para los malos estudiantes.
Aunque de un tiempo a esta parte, y gracias a la introducción del modelo educativo dual germano que apuesta por la formación técnica y la experiencia profesional en empresas, lo cierto es que para muchos la FP, y en especial la de grado medio, sigue siendo la opción para que los malos estudiantes encaucen su carrera.
El informe presentado por la Fundación Bofill pone de manifiesto esta utilización de los ciclos de grado medio para que los alumnos con dificultades puedan centrarse y conseguir que encajen en el panorama académico actual. El coordinador del informe y profesor de Educación en la Universidad de Glasgow, Oscar Valiente, explicó que “hay centros que orientan a los alumnos con dificultades desde tercero de ESO hacia los ciclos de grado medio”. De hecho, un tercio de los estudiantes que acceden a los ciclos de grado medio lo hacen mediante las pruebas de acceso, que realizan solo aquellos sin el título de la ESO. Con esto, lo que logran, según los encargados del informe es traspasar los problemas que hay en otros niveles educativos a la formación profesional.
La función del ciclo formativo medio no es dar salida al fracaso escolar, sino todo lo contrario; el objeto de esta etapa académica es orientar a los alumnos para posteriores estudios a nivel superior, o buscar ese grado de especialización que con otros estudios no se logra alcanzar.
Asimismo, cabe destacar el auge de la FP en los últimos años siendo ésta la opción más demandada por estudiantes no sólo jóvenes sino también algo más maduros que buscan una alternativa a los elevados costes de estudiar en la universidad.