La Fp básica de dos años de duración para estudiantes con dificultades de terminas la educación obligatoria se impalnta para el próximo año lectivo, no sin antes resolver la polémica y recibir algunas críticas por la premura del proyecto.
La FP Básica dura dos años y está dirigida a los estudiantes con más dificultades para terminar la educación obligatoria, permite obtener el título profesional básico o el título de graduado en ESO, este último solo si se aprueba la nueva reválida de secundaria que crea la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa LOMCE.
Pero esta no empieza a aplicarse hasta el curso 2017-2018, por lo que los primeros estudiantes de la FP Básica que acaben en plazo terminarán de estudiar en 2016, y tendrían que esperar como mínimo un año hasta poder hacer la reválida y obtener el graduado escolar.
El ministerio aseguró primero que lo que podrían hacer estos alumnos era presentarse al examen de ESO para adultos, pero tampoco solucionaba el problema, porque este requiere tener 18 años o 16 con un contrato de trabajo, y los alumnos de FP Básica pueden empezar con 15 años y terminar con 17.
Por lo que el ministro de Educación, José Ignacio Wert, se ha visto obligado a rectificar el desarrollo de su reforma de la Formación Profesional Básica, que por este agujero del calendario de aplicación dejaba colgados un año sin titularse en ESO a la primera promoción de alumnos de estas nuevas enseñanzas, que empiezan este mes de septiembre.
Wert resuelve ahora el desfase en la aplicación de la LOMCE con un examen de carácter temporal, del que el Ministerio no ha dado detalles, hasta que se apliquen las reválidas, para que no se impida a un alumno que con 15 años se deriva a estos estudios porque no va bien, que pueda retomar si quiere la vía del bachillerato al terminar.
Wert ha anunció también que Educación asumirá la cofinanciación con el Fondo Social Europeo de los gastos directamente relacionados con la implantación de la reforma educativa, que ascienden a unos 2.000 millones de euros hasta el 2020. De los cuales el coste más elevado será el derivado de la implantación de la nueva FP Básica y de la anticipación de itinerarios en la Educación Secundaria.