Un reciente estudio revela que más del 90% de las empresas españolas reciclan a menudo y entre sus prioridades está el ahorro de energía eléctrica.
Durante años las empresas han estado en el punto de mira por ser el principal agente de contaminación ambiental . Debido a esto se emitían miles de toneladas de carbono a la atmósfera y se pagaban miles de euros en las facturas de la luz sin que a nadie importara demasiado.
Sin embargo, en los últimos tiempos las empresas están apostando por modelos económicos comprometidos con el medio ambiente tales como edificios inteligentes donde se pueda controlar automáticamente la calefacción o la iluminación, el reciclaje de papel o cartón así como de pilas o cosumibles.
El objetivo para 2050 es que Europa sea climáticamente neutra. Dentro del calendario, el primer hito se marca en el año 2030, con la reducción de emisiones en al menos el 55%.
Son conscientes que está en su mano el poder reducir el impacto ambiental que generan y por eso cada vez más intentan incentivar a sus empleados para conseguir unos hábitos saludables y respetuosos con el medio ambiente. Ya que, algunas encuestas revelan que, la sensibilidad es mayor cuando el trabajador está en su casa donde apaga la luz si no la necesita o el ordenador si no lo está usando mientras que estas buenas costumbres las pierde cuando desarrolla su trabajo en el entorno laboral en cierta medida debido a que éstos no ven un beneficio económico inmediato cuando realizan este tipo de acciones. Por lo que en muchas empresas ya se piensa en incencivar a sus empleados mediante la concesión de algunos días libres.
El encarecimiento de la factura eléctrica que se puso en marcha ha hecho que el ahorro de energía eléctrica sea una prioridad dentro del nucleo empresarial. Son muchas las empresas que de un modo u otro intentan evitar este malgasto de electricidad.
Otra manera de colaborar con el medio ambiente es mediante la adquisición de vehículos ecológicos donde por suerte cada vez son más las empresas que los seleccionan mediante criterios ecológicos.
Además, los inversores como la sociedad lo tienen claro y no dudan en exigir a las compañías un compromiso real de desarrollo sostenible con el medio ambiente. Las compañías se han puesto manos a la obra para reinventar el sector.
Por tanto, podemos concluir diciendo que el desarrollo sostenible es la base del éxito económico en toda empresa; la mayoría de las cuales han comprendido que no pueden estar de otro lado que no sea la defensa del medio ambiente para seguir desarrollándose