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Las nuevas tecnologías, con las redes sociales en cabeza, son un nuevo escenario para las escuelas de negocios, suponen una manera eficaz de darse a conocer e intercambiar información.

Hoy en día, todo el mundo sabe que no tener presencia en Internet significa no existir, aún más, no estar en las redes sociales supone no aprovechar las oportunidades que este medio representa, las amplias y potentes herramientas de comunicación e intercambio de negocios de las redes sociales, darán mucho que hablar en un futuro inmediato. El número de empresas que aumentan su tráfico en la Red, están dentro de estas redes y la información a través de ellas ha aumentado espectacularmente en tan sólo dos años.

Por este motivo, los directores de comunicación están tratando de incorporar las plataformas 2.0 a sus ámbitos de actividad. Las redes sociales, la reputación online, la medición de resultados en estos canales y las estrategias a abordar desde los mismos, son algunos de los aspectos en los que debe estar bien preparado un experto en redes sociales. Este nuevo perfil profesional es conocido como “community manager“, y a día de hoy todavía son pocos los que pueden gozar de esta cualificación.

Las escuelas de negocios son conocedoras de la importancia capital que estos perfiles están adquiriendo, los social media se han convertido en un aliado de la escuela en la selección de candidatos, además se han convertido en el escenario ideal desde el que entrar en contacto con el mundo laboral. Esta es sólo una de las implicaciones que para candidatos, estudiantes, profesores, antiguos alumnos e instituciones académicas supone el éxito de las redes sociales. 

Las redes sociales se han convertido en una fuente de información y de búsqueda de referencias directas para los candidatos a enrolarse en un master; en un lugar de contacto y de trabajo con compañeros y profesores para los actuales estudiantes de uno de estos másteres; en un punto de encuentro con el centro de formación y con sus compañeros de promoción para los antiguos alumnos; y en una herramienta pedagógica y de proyección pública para los profesores.

Numerosas escuelas de negocios de nuestro país han comenzado a trabajar con fuerza su presencia en estas nuevas ágoras digitales donde se intercambia información, se comunica y se hacen contactos, una excelente instancia considerando que en estas redes además de información profesional podemos saber un poco más a nivel social del entorno del postulante.

Pero, ¿qué hacer para lograr estos objetivos? Marc Cortes, socio director de la consultora RocaSalvatella y profesor de márketing de Esade Business School, explica que 'lo primero es monitorizar la Red para escuchar lo que se dice de la escuela, lo que no depende de los recursos económicos sino de un cambio de actitud; después hay que priorizar los objetivos para los que quieres usar estas redes, identificar qué redes son las más idóneos para cada meta y decidir dentro de la organización quién va a hacer qué. Esto ya sí tiene que ver con los recursos económicos'.

La cultura del Internet gratuito es falsa en este caso y hay que destinar recursos económicos, tiempo y personal a desarrollar la presencia del centro en Internet. Pero con imaginación y buenas ideas estas herramientas pueden equilibrar las fuerzas entre grandes y pequeños. Antonio Alonso es director general de la Escuela Europea de Negocios, una institución que apostó desde el principio por la era digital con buenos resultados: &apostrofe;Lo más importante es que te permiten gestionar una comunidad internacional de forma eficaz y económica. Es un proceso nuevo del que nadie sabe mucho, se va descubriendo su mejor uso y su rentabilidad a base de experimentar. No las veo tanto como herramientas de venta directa, sino más bien de comunicación, pero te ayudan a elevar tu ratio de conversión, es decir, el número de matriculaciones finales en relación al de solicitudes de información por parte de los candidatos'.

Otro centro, joven, online y pequeño, el Instituto Europeo de Posgrado, está obteniendo buenos resultados de su vida social digital. Pablo Varela, responsable de márketing, afirma que 'los propios alumnos se convierten en prescriptores abiertos al mundo. Es otro canal de comercialización. Y también nos proporcionan feedback sobre qué estamos haciendo bien y mal'.

La difusión mediante estas plataformas significa, en definitva, una mayor integración para los alumnos y una forma más rápida de informar. Si bien su uso todavía no es imprescindible, las redes sociales y herramientas web han comenzado a convertirse en instrumentos claves para los programas de postgrado y, sin duda, han llegado para quedarse.

 

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