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Tanto en el mundo empresarial como en el universitario hay unas carreras más solicitadas que otras

Cada año disminuye paulatinamente en nuestro país el número de jóvenes que acceden a estudios universitarios. Sin embargo, aunque sean menos, parece que todos quieren estudiar lo mismo, o eso es lo que se desprende del último Estudio de la oferta, la demanda y la matrícula de nuevo ingreso en las Universidades públicas y privadas. A la vez que algunas de las 2.610 enseñanzas que ofrecen actualmente las universidades españolas ven como el número de nuevos alumnos matriculados en sus aulas no llega a superar la decena, incluso algunas quedan desiertas, en otras se elevan cada año aún más sus notas de corte para poner límite al exceso de demanda existente.

En general, en nuestro país existe un importante desajuste entre la oferta y la demanda universitaria, más por exceso de plazas que por falta de ellas, puesto que en 101 de las 143 titulaciones que ofertan nuestras universidades las plazas disponibles son superiores a las solicitadas y tan sólo 42 titulaciones tienen un exceso de demanda. En cuanto a los datos de matriculación final de estudiantes, el 23% de las titulaciones tienen cubiertas el 100% de las plazas que ofrecen, en las 110 restantes quedan plazas sin cubrir y en el caso de 30 títulos se ocupan menos del 50% de las plazas disponibles.

Este desajuste es muy acusado en algunas ramas del conocimiento, como en el caso de Ciencias de la Salud, donde la demanda supera en un 365% a la oferta, llegando a porcentajes de hasta 699% en Medicina, una de sus titulaciones de ciclo largo. En el polo opuesto se sitúa la rama de Ciencias Experimentales, donde tan sólo el 69% de las plazas ofertadas fueron demandadas por los estudiantes el pasado curso, en muchos casos debido a la derivación de alumnos que no obtuvieron una plaza en la titulación de Ciencias de la Salud requerida como primera opción; dentro de esta rama cabe destacar por ejemplo la Licenciatura en Geología, una titulación, disponible en nueve universidades españolas, para la que únicamente se demandaron el 30% de las plazas ofertadas.

Respecto a las otras ramas universitarias, la de Ciencias Sociales y Jurídicas es la que mayor equilibrio presenta respecto a la oferta y la demanda, ésta última superó al número de plazas disponibles tan sólo en un 107%. Pese a todo, los datos de matriculación fueron menores ya que se cubrió el 92% de la oferta. Esto es así porque en esta rama existe mucha disparidad entre sus distintas titulaciones, mientras que por ejemplo títulos como el de Maestro en Educación Infantil o Licenciado en Ciencias de la Actividad Física tienen un exceso de demanda superior al 200% de las plazas, otros estudios como las Licenciaturas en Pedagogía o Sociología apenas superan el 40% de las plazas demandadas. Por otra parte, la rama de Enseñanzas Técnicas y la de Humanidades ofrecen datos similares, en ambas los alumnos matriculados no llega a cubrir la totalidad de las plazas disponibles (75%), aunque en el caso de las Enseñanzas Técnicas la demanda era algo superior (84%).

Sin embargo, al finalizar los estudios los recién titulados se encuentran con las necesidades de las empresas, el balance de abril realizado por el portal Infoempleo demuestra una vez más que las carreras de Administración y Dirección de Empresas (ADE), Ingeniería Industrial, y Economía son las titulaciones universitarias más demandadas por los empresarios españoles.

Medicina, Derecho, Ingeniería Informática, Ingeniería de Caminos, de Telecomunicaciones y Empresariales completan el listado de las diez carreras más demandadas. Las carreras de Humanidades aparecen por el contrario, fuera de las preferencias empresariales.

En cuanto a la Formación Profesional, solo un 24% de las ofertas se dirigen a este sector, cinco ramas profesionales siguen manteniéndose en las primeras posiciones: Electricidad y Electrónica, Fabricación Mecánica, Mantenimiento y Servicios a la Producción, Administración e Informática .

Si tener estudios es importante para encontrar trabajo, no hay que menospreciar las habilidades sociales y las capacidades personales. Las empresas, además de un profesional cualificado, buscan un trabajador competente. Precisamente el carácter y la actitud personal serán definitivos a la hora de conseguir y conservar un empleo.
 
Existen doce competencias profesionales que un recién titulado no tiene cuando acaba su carrera universitaria y en las que debe formarse si desea acceder a un puesto de trabajo. Estas carencias se han detectado en un Observatorio de titulados y empresas, desarrollado durante dos años en el marco de un proyecto europeo Leonardo da Vinci, al que han llamado FORTIUS, coordinado por la Fundación General de la Universidad de Valladolid.

Éstas son la comunicación verbal y escrita, el conocimiento del cliente, negociación, liderazgo, adaptación a los cambios, trabajo en equipo, gestión del tiempo, pensamiento creativo y solución de problemas, habilidad para los contactos y relaciones, autodesarrollo, conocimiento de idiomas y uso de las nuevas tecnologías.

Un dato curioso de este observatorio ha sido la apreciación tan dispar que tienen tanto titulados como empresas sobre sus capacitaciones profesionales: si para los recién titulados su percepción es que están suficientemente preparados en estas competencias; las empresas, por el contrario, no participan de esta visión tan positiva y tienen una opinión menos favorable de sus competencias.

Lo único cierto es que necesitamos cada vez más programas y acciones de formación más fiables y adaptados a las demandas reales de las organizaciones y empresas, que requieren de constantes cambios, de mayores y mejores capacidades y competencias y de modelos y herramientas que evalúen y hagan crecer los activos intangibles de sus empresas para seguir compitiendo en los mercados de la era que nos ha tocado vivir: la era de la inmediatez, la era de la eficiencia.

 

 

 

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