Una de las claves para mantener a los trabajadores se basa en los sentimientos ya que si ellos están contentos, sus clientes percibirán su estado de ánimo y generarán un mayor rendimiento laboral.
El alto número de personas que pensaban así en tiempos de bonanza podrían haber cambiado su situación si se hubieran formado, y utilizado la formación como herramienta de mejora personal y profesional.
Para muchos el trabajo de nuestros empleados resulta un tema bastante fuerte debido a que queremos que los mismos rindieran de la misma forma que lo hacemos nosotros, sin embargo lo primero que hay que pararse a pensar es que si usted está donde está es que tenía otras inquietudes y miras y por eso los demás están donde están, en el mismo lugar, cargo o incluso en el paro. No es producto de la casualidad, cuando era empleado trabajaba como si fuera empresario y se sacrifico duramente y se marco retos y objetivos para lograr sus metas.
En la actualidad la cosa ha cambiado tanto, el cliente es un bien escaso que es bombardeado continuamente por la oferta exterior, que es soberano para hacer con su opinión y experiencia de usuario que un negocio triunfe, se valora el servicio, el precio, la calidad, la presentación, pero hay que mimar al cliente para que vuelva y este satisfecho.