MÁS IWORKERS EN EUROPA DE AQUÍ A CINCO AÑOS

Las previsiones en este sentido son claras: de aquí al 2018, aumentará el número de trabajadores denominados iWorkers en empresas europeas.

Los tiempos cambian y los modos de trabajar también. Hoy por hoy, podría considerarse a la mayor parte de la población trabajadora iworker, en el sentido del uso de las nuevas tecnologías.  Es frecuente ir en el metro o en el tren y ver a una persona al lado trabajando desde el portátil o accediendo a datos de la empresa desde su iPad o tablet, consultar el email por la Blackberry, etc. Los iworkers son fieles consumidores de tecnología personal porque les facilita sus tareas laborales y armonizar su trabajo con su vida personal; aspecto que eleva altamente su productividad.

Según una encuesta realizada por una empresa tecnológica en Europa estamos aún algo por detrás en este sentido. Sin embargo, la tendencia es que de aquí a cinco años aumente considerablemente el número de trabajadores de esta tipología que se manejan en su trabajo gracias a los nuevos gadgets y avances tecnológicos. La aceleración del iworker podría estar conectada a las crecientes consecuencias de la ineficiencia a la hora de compartir la información. Cuando se les pregunta sobre las áreas que han recibido un mayor impacto, los directivos citan la pérdida de ingresos en primera posición, seguido de la pérdida de clientes y la falta de perspectiva sobre los clientes.

A pesar de las inversiones que las empresas europeas están haciendo en tecnología, hay que revisar también el modo en que se comparte la información y la capacidad para acceder a la misma, ya que esto puede plantear también un handicap a la hora de avanzar hacia la eficiencia. La falta de cohesión de la información o dificultades técnicas para acceder a la misma, hacen que los procesos de búsqueda se ralenticen y los empleados pierdan el tiempo intentando encontrar la información.

¿Cómo eliminar dichas trabas? En primer lugar, las empresas han de reestructurar su información y crear herramientas de colaboración para propiciar la colaboración y el intercambio de conocimientos en varias ubicaciones. En segundo lugar, hay que revisar el uso de la tecnología de una manera beneficiosa acercándose más hacia el uso de la nube.

Siguiendo con este objetivo para maximizar el beneficio de la tecnología, hay que digitalizar los documentos impresos, lo cual ahorraría tiempo de búsqueda de información así como políticas más respetuosas con el medio ambiente.

Gracias a los avances en tecnología, el establecimiento del iWorker como un trabajador más informado es esencial para el crecimiento de la compañía, la mejora de la agilidad en los procesos, la eficiencia, la productividad y la capacidad de respuesta ante las necesidades de los clientes son algunas de las ventajas que este tipo de empleado podría aportar a la empresa.

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