Gracias a la innovación de medicina con el ADN de la persona es posible otorgar un mejor tratamiento en la cura de enfermedades.
Los avances médicos se generan a partir de síntomas, signos y los hallazgos de exploraciones complementarias, qué enfermedad padece una persona. Generalmente una enfermedad no está relacionada de una forma biunívoca con un síntoma, es decir, un síntoma no es exclusivo de una enfermedad.
Cada síntoma o hallazgo en una exploración presenta una probabilidad de aparición en cada enfermedad.Once años después del hallazgo (que costó 1.950 millones de euros), son 113 los productos (entre test diagnósticos y terapias dirigidas) que están basados en medicina personalizada, una cifra que puede parecer menor pero que sorprende si se compara con los 13 productos de este tipo que había en 2006, según datos de la última edición del informe sobre el sector de la organización multidisciplinar Personalized Medicine Coalition. Sin embargo, como apunta el propio estudio, los progresos tangibles para la clínica son modestos y los retos se multiplican.
Como explica Joaquín Dopazo, responsable del Departamento de Genómica Computacional del Centro de Investigación Príncipe Felipe, «necesitamos al menos cinco años para poder saber si han sido realmente efectivas en enfermedades como el cáncer». El investigador considera, sin embargo, que «no serán 50 años de vacío hasta que demos con la clave sino que se irán haciendo descubrimientos que ayudarán a mejorar la situación de los pacientes».
Una gran esperanza para esta clase de test -completamente indoloro para el paciente, al que se toma una muestra de sangre o saliva- se encuentra en otro concepto de moda llamado a revolucionar cualquier sector, incluida la medicina: el big data.
En palabras del experto en bioinformática, las herramienta que se están desarrollando para descifrar la gran cantidad de datos que surgen de estos test -cuyo precio era de 72.000 euros en 2010 y actualmente ya existen equipos que lo hacen por 700 y a velocidades hace una década insospechadas- servirán de gran ayuda para luchar contra los tumores y las enfermedades hereditarias. Se resistirán un tiempo más, eso sí, dolencias comunes como la diabetes, donde las mutaciones genéticas se combinan.