Ante un panorama laboral y académico incierto, muchos estudiantes necesitan guía y asesoramiento para elegir qué opción tomar.
Escoger qué camino seguir desde el punto de vista profesional y/o académico es una de las decisiones más importantes que tarde o temprano todos tenemos que afrontar. En un mundo marcado por el desempleo juvenil, que alcanza tasas muy elevadas en todo el continente europeo, son muchos los jóvenes que necesitan ayuda y orientación para poder tomar la decisión.
Es en ese momento cuando surge la figura del 'mentor', un concepto anglosajón que implica asesoramiento, ayuda y guía para llevar a la persona al cauce correcto. El mentor ofrece su experiencia y consejos y pone al servicio del estudiante sus conocimientos para hacerle más fácil la decisión.
Gracias a estas iniciativas, se aconseja a los jóvenes sobre cómo desarrollar una aptitud proactiva de cara a la búsqueda de empleo, así como a maximizar el uso de sus capacidades. Programas como Apadrinando el talento o la labor de la Fundación Principe de Girona con los graduados en FP han logrado que estos jóvenes incrementen sus opciones para acceder al mundo laboral.
Para ayudar a los jóvenes, los mentores suelen tener características similares a los estudiantes, tienen más o menos el mismo perfil académico y/o profesional, y ambos cuentan con redes de contactos de similares características. Tras varias sesiones con los alumnos, les presentarán diferentes posibilidades laborales o caminos a seguir y orientarán al estudiante en todo momento durante su periplo académico. Huelga decir que los mentores son especialistas en descubrir las necesidades de los estudiantes, pero también sus fortalezas, debilidades e intereses, haciendo un análisis profundo de lo que pueden aportar al mundo laboral, analizando los diferentes sectores donde hay más trabajo o saber gestionar también otras situaciones en las que el candidato tiene que saber sacar lo mejor de sí.