La aplicación de herramientas multimedia en el ámbito educativo es una realidad, aunque todavía quedan retos por abordar, estas herramientas se perfilan como el futuro educativo
Las instituciones educativas están entrando decididamente en el mundo multimedia, el potencial pedagógico de los multimedia interactivos ha sido confirmado por numerosos estudios llevados a cabo en Europa y en Estados Unidos. Por ejemplo en el Reino Unido, el National Council for Education Technology ha realizado un inventario de todos los efectos positivos que proporciona el uso de las producciones multimedia en educación, destacando: la motivación de estudiantes que fracasan con métodos tradicionales, la reducción de tasa de fracaso escolar, el estímulo de la cognición, el gusto por la lectura y la escritura y la adaptación a las capacidades individuales, entre otros.
La educación multimedia se caracteriza por la variedad de medios y de estrategias metodológicas que contiene. El sentido educativo es distinto, es el propio alumnado quien va construyendo su propio aprendizaje ayudado por el profesorado como mediador y por las nuevas tecnologías como instrumentos de información, expresión y creatividad. Podemos decir que las nuevas tecnologías, por sus características, facilita a los docentes la tarea de atender a la diversidad del alumnado.
Los programas multimedia educativos se encuentran en el núcleo de un debate sobre el cambio de los sistemas de educación y formación. Los métodos de enseñanza, que se basaban en el siglo pasado en una formación de masas, han evolucionado hasta satisfacer las necesidades individuales de formación. Los sistemas multimedia, cuya ventaja principal es la interactividad, se adaptan muy bien a este nuevo enfoque, ya que favorece el uso de la información en un contexto apropiado, de forma personalizada y la creación de un entorno virtual en el que el alumnado puede valorar instantáneamente el impacto de sus acciones.
Las nuevas tecnologías no deben ser utilizadas para reforzar un tipo de aprendizaje meramente receptivo. Tanto el profesorado como el alumnado debe trabajar conjuntamente hacia unos objetivos comunes. Juntos deben analizar problemas y encontrar soluciones a los mismos. El profesorado debe tener claro que el aprendizaje debe adecuarse a las necesidades e intereses del alumnado, respetando en todo momento su ritmo de trabajo.
En España, en la educación primaria y secundaria, las primeras experiencias en este campo datan de hace bastantes años, aunque se tratara de cursos en disquete con una muy limitada interactividad. Hoy son decenas los programas existentes sobre las materias más diversas (matemáticas, biología, idiomas, etc.).
Una iniciativa destacable desde hace unos años es el Proyecto Grimm, que cuenta con el soporte de Apple Computer. Los profesores de los colegios que participan en él trabajan sobre unas áreas concretas de desarrollo como: lecto‑escritura, discriminación visual y auditiva de letras y palabras, idiomas, música, matemáticas, etc. Se intenta responder a la necesidad de habituar a los niños a trabajar con la tecnología, que será un elemento habitual en sus vidas, potenciando la dimensión colaborativa.
Cada vez más universidades utilizan la web como instrumento para comunicar información y como canal interactivo. Algunas aprovechan las posibilidades del web para crear campus virtuales, donde los estudiantes pueden comunicarse a cualquier hora, ya sea entre sí o con los profesores. Éstos consiguen atender a los alumnos más cómodamente (resulta más fácil organizarse el tiempo), de manera que el concepto de tutoría permanente empieza a tener un verdadero sentido.
Uno de los retos de la sociedad multimedia está en reconocer que se debe preparar al alumnado para tomar un lugar en un mundo que aún no existe, pero que está muy próximo y del cual ya tenemos los primeros síntomas, nos enfrentamos a nuevas formas de trabajar, utilizamos nuevas herramientas de trabajo, nos comunicamos de diferente manera. Para tener éxito, los individuos deberán tener una flexibilidad inusitada para poder desplazarse de una compañía a otra, de una industria a otra, de una especialidad a otra, de un ambiente de trabajo a otro.
El estudiante necesita ser un experto no en un tema en particular, sino un experto en aprender. La educación no es simplemente el comienzo de una carrera, es una necesidad continua que dura toda la vida y es aquí donde los multimedia pueden aportar lo mejor de sí.