La aplicación de la neurociencia en el ámbito de la educación es una de las apuestas más innovadoras para hacer frente al fracaso escolar.
El rendimiento escolar tiene mucho que ver con la estabilidad emocional, o al menos así aseguran los expertos, como Pilar Lobo, directora de la Universidad Internacional de La Rioja, UNIR, para la que la neurociencia es una disciplina aplicable no solamente a la medicina, sino a muchas otras áreas profesionales, incluida la educación.
Según estudios llevados a cabo con alumnos, “la neurociencia previene y evita el fracaso escolar'. En dichos estudios, se concluía que el 96% de los alumnos que tenían dificultades de aprendizaje en mayor o menor medida, mejoraron su rendimiento escolar gracias a las técnicas basadas en el desarrollo cerebral.
¿Cómo podemos mejorar las distintas áreas de aprendizaje aplicando la neurociencia? Aquí te presentamos algunos de los resultados observados:
- La lectura y la comprensión lectora mejoran mediante programas de desarrollo de habilidades visuales: movimientos oculares, acomodación y convergencia visual.
- El aprendizaje de áreas como las matemáticas mejora si se favorece el desarrollo de la lateralidad y se emplea una metodología activa, creativa y manipulativa.
- Utilizando programas neuromotores facilitamos la correción y precisión a la hora de escribir.
- La atención, la memoria, el lenguaje y el aprendizaje en general se incrementan mediante la aplicación de programas de habilidades neuropsicológicas relacionadas con estos procesos.
Los expertos coinciden en que habría que sacar más provecho del talento incuestionable de los científicos que desarrollan su investigación dentro de este campo, y acercar posturas entre la ciencia y la educación. Asimismo, la aplicación de la neurociencia al campo de la educación necesita de formadores que estén familiarizados con las técnicas necesarias para fomentar el uso de esta metodología en el aula. En este sentido, se están realizando planes de formación universitaria que despiertan un gran interés en los profesionales del mundo educativo.
En la actualidad, se están incorporando asignaturas de neurociencia relacionadas con la educación en alumnos planes de estudio, se está trabajando en desarrollo psicofísico de la edad escolar y en dificultades de aprendizaje y su tratamiento. Universidades de prestigio, como Harvard, han incorporado Programas de Mente y Cerebro en cursos de postgrado, y otras están resultando de gran aceptación y altamente eficaces por parte de los profesionales que están en contacto con el mundo educativo.
Pero además de los profesionales de la educación, habría que informar a la sociedad sobre los avances en este área, implicando más a los padres en el proceso educativo y acercando así posturas entre profesores, alumnos y progenitores.