La investigación llevada a cabo ha permitido calcular la rotación de los agujeros negros.
La investigación llevada a cabo recientemente ha permitido calcular la rotación de los agujeros negros .Esta ha sido realizada por el departamento de Astronomía de la Universidad de Chile.
La astrónoma chilena Paulina Lira, ha detallado que la investigación ha sido realizada en 80 horas de observación de agujeros negros captados por el Very Large Telescope (VLT), situado en el observatorio de Cerro Paranal, en la desértica región de Antofagasta. El estudio duró un año e incluyó el análisis de 40 agujeros negros o quásares de galaxias lejanas, cuando el universo tenía un 20 % de su actual antigüedad.
La observación se basó en estudiar el comportamiento de todo el material incandescente que se aproxima a caer dentro de los agujeros negros, y que los hace crecer eternamente. El cálculo de la rotación de los agujeros negros 'permite entender cómo han ido creciendo paralelamente a la vida del universo y por qué llegan a tener estas masas gigantescas', agregó.
El estudio de la científica, llamado 'Active Galactic Nuclei at z-1.5: I.Spectral energy distribution and accretions dics', es un análisis de los resultados de los primeros 30 quásares. Los 10 últimos están pendientes de estudio y además quieren ampliar la investigación a muestras más grandes.
Los agujeros negros son cuerpos celeste con un campo gravitatorio tan fuerte que ni siquiera la radiación electromagnética (La luz) puede escapar de su proximidad cayendo inexorablemente en el agujero.
Además no permite a ningún objeto que se encuentre cercano escapar a su campo gravitatorio, absorbiendo todo a su paso, incluso la luz, lo que los hace completamente negros. Se carcterizan por su masa y su estado de rotación, dificil de tomar medición, explica la astronoma chilena.
Además de Lira, doctora en Astronomía de la Universidad de Edimburgo, el equipo de investigación astrofísica que calculó la rotación de los agujeros negros estuvo compuesto por los científicos Dan Capellupo y Benny Trakhtenbrot, junto con Hagai Netzer, de la Universidad de Tel Aviv.
Fuente: EF