Fotógrafa de la edad de oro, siempre reconocida.
Era Betty Bacall hasta que Hollywood decidió cambiar su nombre por el de Lauren cuando vio su rostro en la portada de harper´s Bazaar. En 1943 la fotógrafa Louise estaba tras el objetivo de la edición de la revista estadounidense de moda mas antigua de América.
Esta californiana está a la altura de Irving Penn, Edward Steichen o Richard Avedon, sus padres eran noruegos ha hecho su historia de manera sigilosa en el mundo de la fotografía, quizás porque se fue muy pronto con su marido a hacer vida campestre, su marido, también conocido, Meyer (Mike) Wolfe o por su carácter introvertido.
Pero si algo le debe a la fotografía es su aportación en editoriales de moda, que hasta ahora se reducían a fotografías de estudio vaporosas y feminidad belenciaguesca.
Ella fue la primera que movió las maniquíes al exterior para fotografiarlas en museos, playas…
«La gente dice de mí que era exigente y sospecho que, efectivamente, tenía mano dura con mis modelos», cuenta la propia fotógrafa en sus memorias, A Photographer Scrapbook (1984).
Antes de todo , Dahl ya había sido un espíritu creativo errante que no había acabado de encajar en ninguna disciplina.
Con tan solo 19 años ingresó en San Francisco Institute of Art y estudió diseño,historia del arte,teoría del color, y composición entre otros cursos de pintura, anatomía y dibujo.
Pronto se decantó por la fotografía.
Cuando falleció su padre en 1923 se mudó a Nueva York y estudió decoración de interiores, diseño y arquitectura y trabajó como asistente en la firma de decoración Amstrong, Carter & Kenyon, y fue cuando se inició en los carretes.
Se inició ahí cuando conoció a Anne W.Brigman y Consuelo Kanaga. Consuelo, fue la que se compró una cámara poco después recorrieron juntas Europa y norte de África donde se evadió tras la muerte de su madre. Y en uno de estos viajes por África conoció al que mas tarde se convertiría en su marido.
Se mudó a Tennese con su marido, Meyer y publicó unas fotografías de estilo documental.
Allí desarrolló su carrera y tomó también sus fotografías mas emblemáticas. Son estas fotografías las que se consideran adelantadas a su tiempo. Pero sin embargo le caracteriza como representa los retratos y como se ajustan a su tiempo, muestran mujeres mas independientes, con ropa más cómoda con escenarios reales.
Mujeres, vaya, y no maniquíes. «Cuando empecé no existían los fotógrafos de moda», llegó a declarar. «En realidad, existían únicamente artistas como Steichen, que dio la casualidad que se dedicaba a la fotografía de moda».