PERIODISMO EN LA ERA DIGITAL

El gran cambio que se produjo con la llegada de internet y su influencia en todos los ámbitos profesionales, han provocado que la imagen del periodista tradicional cambie radicalmente, naciendo así el ciberperiodista.

Renovarse o morir, es lo que suele decirse y aplicarse a todas las disciplinas profesionales hoy en día. Con la llegada de Internet en la época de los 90 y su expansión a partir de entonces, han variado mucho las profesiones, haciéndose mucho más 'cibernéticas' de lo que estábamos acostumbrados, así se añade a todo la coletilla 'on-line' o mucho más moderno si cabe, 'ciber'. Así, surgen los cibercafés (establecimientos para utilizar internet), el e-commerce (o comercio electrónico), las tiendas on-line... todo, todo se adapta a las necesidades tecnológicas y a los cambios producidos por dicha revolución digital en la sociedad española.

Una de las profesiones que tampoco se ha librado de esta influencia digital es el periodismo. Tradicionalmente considerados como profesionales que, libreta y bolígrafo en mano, recorrían bibliotecas, hemerotecas y lugares para extraer información, tomar notas, redactar, modificar, en definitiva, crear noticias y difundir la información, poco tienen que ver con los ciberperiodistas de este siglo. Los periodistas tradicionales ejercían su labor en la soledad, bastaba con una cámara, papel y poco más para crear un artículo; sin embargo, hoy en día, todos estamos conectados, por tanto el periodista digital recibe la información por muchos canales, y cobra mayor importancia el receptor de la información (es decir, el lector) que comenta, opina y proporciona varios enfoques a una misma noticia, haciendo de esta un producto mucho más dinámico y veraz.

Observando las nuevas realidades que nos ofrece la comunicación en red podremos deducir nuevas rutinas que serán imprescindibles para los periodistas en red.

Rutinas con respecto a las fuentes

1. NAVEGAR EN LA INFORMACIÓN
El periodismo clásico parte de la base de que la información es un bien escaso que hay que buscar. El periodista digital se encuentra justo en el entorno opuesto. Debe localizar todas las fuentes que le interesen, debe procesar la información que le ofrecen, las debe contextualizar y las debe clasificar por unos criterios de  prioridad. También debe discriminar entre las fuentes originales y las que utilizan información de segunda mano.

2. MÁS ALLÁ DE LA RED
A la hora de localizar las fuentes no sólo busca las que puede encontrar en la red, sino que recuerda que hay fuentes fuera de ella. La recopilación activa de información no digital y su posterior digitalización e introducción a la red puede acabar siendo una de las características de los buenos periodistas digitales frente a cartógrafos de la información e infonomistas, que tienen un carácter más observador y pasivo.

3. SELF-SERVICE
El periodista digital debe ofrecer a su clientela el acceso a todas las fuentes originales que muestren públicamente sus contenidos, dándoles pie a que amplíen la información si lo desean.

4. LA OPINIÓN DEL LECTOR... Y POR SUPUESTO LA DEL PERIODISTA
En medio de tanta información, un valor del periodista digital se encuentra en su propia valoración de cada fuente, personalizando así su trabajo, pero sin caer en el subjetivismo excesivo, no hay que olvidar que la función del buen periodista es informar y no emitir juicios de valor.

5. AUTENTICIDAD DE LAS FUENTES
Dado el propio carácter de la red, cada vez será más importante que el periodista digital compruebe que las fuentes son en realidad quienes dicen ser.

La formación dentro de este área se hace necesaria en estos tiempos que corren, donde todo el mundo puede acceder libremente a la información en la red. Un buen periodista que quiera ejercer su profesión dentro de este sector, tiene que aprender exactamente qué diferencia a un periodista digital de un mero informador.

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