Con una dieta saludable se logrará reducir la emisión de gases que provocan el efecto invernadero.
La extensión de los hábitos alimenticios occidentales, se ha vuelto perjudicial para el medio ambiente y la salud, lo que provoca enfermedades como la diabetes tipo 2. La meta que se quiere alcanzar es convencer a 7.000 millones de personas a cambiar sus hábitos alimenticios.
La dieta occidental es rica en azúcares, grasas animales, almidones refinados, carbohidratos y carnes, productos que afectan la salud e incrementan el desarrollo de algunas enfermedades. Además, tienen un impacto negativo con el medio ambiente ya que al producir carnes se generan emisiones de gases causantes del efecto invernadero que generan estos animales. Como resultado aumentará el 80% de la emisión de gases si las personas continúan con esta dieta, estimando que de aquí en cara al 2050 se incrementará un 80% la emisión de gases y podría ser necesaria la desinfección de mil millones de hectáreas destinadas a la agricultura.
Pero, sin duda existe una solución y es adoptar una dieta más saludable, realizar los cambios necesarios de educación pública y desarrollo comercial de nuevos alimentos; productos más saludables y mejores para el medio ambiente. A su vez, se dan opciones alternativas como la dieta mediterránea, las vegetarianas y las ricas en pescado. Es complicado cambiar los hábitos alimenticios de las personas ya que comer es algo instintivo y se relaciona directamente con los gustos pero no es algo imposible de realizar y con la ayuda del gobierno y el establecimiento de campañas de concienciación será posible.