El desayuno es una de las comidas más importantes al aportar el 25% de los nutrientes diarios
El desayuno es una de las cuatro comidas del día en la rutina de cualquier ser humano y a diferencia de lo que sucede con cualquiera de las otras tres comidas (almuerzo, merienda y cena), el desayuno es altamente recomendado por todos los profesionales, nutricionistas y médicos por considerárselo la comida más importante del día en la cual la persona obtiene energías y vitaminas que le servirán para todo el resto del día.
Estrategias para desayunar
• Construir el hábito.
• Cambiar a la opción más saludable.
• Planificar por anticipado.
• Innovar en el desayuno.
• Llevarlo con nosotros.
• Dividirlo en varias tomas.
Estos son los alimentos básicos que un desayuno debe contener:
CARBOHIDRATOS. Además de proporcionarnos hidratos de carbono –que aportan energía, vitaminas y minerales, también son una importante fuente de fibra. Un buen ejemplo es desayunar una rodaja de pan integral.
LÁCTEOS. Estos productos nos aportarán proteínas de alto valor biológico, además de calcio, hierro y zinc, entre otros nutrientes.
FRUTAS. Para aportar las vitaminas hidrosolubles necesarias para el organismo. Además, tomarlas en el desayuno también ayudará a mantener el buen funcionamiento de intestino y órganos digestivos. Frescas y enteras o en forma de zumo, las frutas no pueden faltar nunca en nuestra despensa. Son recomendables a todas horas, pero también especialmente en el desayuno. Aunque todas las frutas son saludables, por su aporte en vitaminas y sus características, la naranja es un fantástico aliado para empezar bien el día.
OTROS. Sin abusar, en nuestra dieta para un desayuno sano se pueden añadir otros elementos como grasas (aceite de oliva, frutos secos...), azúcares (mermelada, miel, cacao...), proteínas (huevo, atún, jamón, fiambres...) o hortalizas y verduras (tomate, lechuga...).
Además, cada vez hay más datos que apoyan la relación entre el desayuno y el peso corporal. Un menor número de días en que se desayuna se ha asociado a un mayor Índice de Masa Corporal en los jóvenes ¿Paradójico? No: desayunar de forma habitual conlleva hábitos alimentarios y de actividad física más regulares o elecciones de alimentos más saludables. Por el contrario, cuando no se desayuna de forma regular hay un aumento del picoteo, patrones de ingesta irregulares o mayor consumo de alimentos de bajo valor nutricional y consumen una mayor cantidad de energía en la cena.