Con la mayor esperanza de vida la gente empieza a preocuparse por como mejorar la calidad de vida, la adecuada nutrición y el ejercicio físico son indispensables en la tercera edad.
Cada vez vivimos más años, y queremos disfrutar al máximo de una buena calidad de vida. Nos cuidamos con deporte, una alimentación sana, buenos hábitos, etc. Pero estas costumbres no deberían perderse cuando envejecemos, aunque, cómo no, sí adaptarse a las nuevas circunstancias, en la actualidad existen muchos adultos mayores que se dedican a ejercitarse y cuidar su alimentación para mejorar su calidad de vida.
La combinación del ejercicio moderado y consumo de suplementos nutricionales podría ayudar a los mayores a mantener un estilo de vida activo durante más tiempo, según los resultados de un estudio realizado por expertos de la Manchester Metropolitan University, que han sido expuestos en el BA Festival of Science en Liverpool. El equipo de investigación descubrió que tomar suplementos de carbohidratos y proteínas justo antes y después de realizar un ejercicio de baja intensidad podría aumentar el rendimiento del músculo en las personas mayores de 65 años.
A pesar de estas nuevas tendencias, otro estudio, esta vez realizado por el Instituto Tomás Pascual Sanz para la Nutrición y la Salud y la Universidad CEU San Pablo ha detectado que sólo el 9% de los centros geriátricos de España cuenta con un profesional de dietética en la plantilla. Uno de los pilares para conseguir una buena salud física y mental en la tercera edad está debilitado. Porque, según los expertos, la nutrición actúa en el proceso de envejecimiento, y es necesario prevenir tanto para vivir más años como para tener calidad de vida.
Ya sabemos que existen factores de nuestra alimentación relacionados con enfermedades crónicas degenerativas. Por eso, una buena nutrición en un anciano sano debería ayudarle a retrasar la aparición de enfermedades. Y, en aquellos enfermos, debería evitar la disminución de las reservas corporales e intentar reforzar el organismo.
La alimentación de nuestros mayores implica a profesionales en un principio muy dispares: desde nutricionistas, médicos geriátricos, auxiliares de geriatría, psicólogos, cocineros e incluso preparadores físicos. Se trata de conocer muy bien las necesidades de los ancianos para ofrecerles menús nutricionales y actividades mentales y físicas capaces de darles la mejor calidad de vida posible.
Los centros geriátricos, las residencias de día, y otros centros encargados del bienestar de las personas mayores, tienen ante sí un gran reto para ofrecer la mejor calidad de vida a sus pacientes, en todos los aspectos.