Una empresa estadounidense se dedica a poner en contacto a alumnos de MBA con empresas para que éstas puedan "alquilar" a los alumnos para proyectos específicos.
Si tienes un pequeño proyecto o una pequeña empresa y no puedes permitirte el lujo de contratar a un titulado en un MBA, ¿te has planteado 'alquilar' temporalmente un estudiante que aún no ha finalizado su MBA? Aunque pueda sonar descabellado, en Estados Unidos se está poniendo de moda esta opción para aquellos empresari@s que no disponen de suficientes recursos como para contratar un candidato o candidata titulado en un MBA y recurren a la cantera si hablamos desde el punto de vista futbolístico, es decir, jóvenes que aún siguen en formación y que pueden ayudarles a cubrir temporalmente el puesto vacante que necesitan.
Este tipo de práctica beneficia tanto a la empresa como al propio estudiante. Por un lado, la empresa va a contratar temporalmente a una persona que está capacitada para desempeñar tareas vinculadas al área del marketing, finanzas y otros ámbitos profesionales a un coste considerablemente menor que si cuentan con profesionales de consultoras consagradas. Para el estudiante, esta oportunidad es única para poder demostrar su valía, aplicando lo aprendido durante el máster así como dándoles la opción de demostrar sus cualidades y aptitudes de cara a una posterior incorporación a tiempo completo (porque ya se sabe que más vale malo conocido que bueno por conocer), y favoreciendo la percepción de ingresos.
La empresa que conecta a los estudiantes de MBA con las empresas que necesitan desesperadamente una solución eficaz se llama HourlyNerd, que bien podría traducirse como 'Pardillo por horas' y fue creada por tres estudiantes universitarios contando con el respaldo financiero del empresario Mark Cuban. Por el momento, ha contratado a más de 2.700 consultores con título de MBA de las mejores escuelas de negocios y ha coordinado más de 150 proyectos desde su debut en septiembre pasado.
Este tipo de intercambios atrae a los inversores y supone una fuente de ingresos adicional para los estudiantes, además de un trampolín para conseguir hacerse un hueco dentro del mundo empresarial, poco a poco ganan en autonomía y flexibilidad, adaptándose mejor a la demanda del mercado laboral.