UNA AYUDA PARA TOMAR BUENAS DECISIONES

Un estudio de la Universidad de Nueva Gales del Sur, Australia, concluyó que el mal humor hace que las personas estén más atentas y piensen más claramente, con lo cual toman mejores decisiones en los escenarios complicados.

 

La jovialidad fomenta la creatividad y el trabajo en equipo, pero es el mal humor lo que permite la reflexión.

De los siete enanitos que acompañaban a Blancanieves, Gruñón podría haber sido el que pensaba con más claridad si se tiene en cuenta un estudio realizado por una universidad australiana, que concluyó que cuanto más miserable es una persona, mejores son las decisiones que toma.

El estudio, que fue conducido por investigadores de la Universidad de Nueva Gales del Sur, Australia, arrojó como resultado que si bien la jovialidad y el buen humor contribuyen al trabajo en equipo, la creatividad y la cooperación, son las personas más escépticas, miserables o melancólicas las que se toman el tiempo para pensar en las decisiones que van a tomar.

Para realizar el estudio, se tomó a un grupo de voluntarios a quienes se les pidió que vieran una serie de películas además de relatar sucesos de sus vidas para ponerlos de buen humor y de mal humor. Después se les pidió que dieran testimonio como si fueran testigos oculares de un hecho o que juzgaran la veracidad de un mito urbano.

'Mientras que el humor positivo parece promover la creatividad, la flexibilidad y la cooperación, el mal humor activa una forma de pensar más atenta y cuidadosa, haciendo que la persona preste más atención al mundo externo', indicó el psicólogo Joe Forgas, quien encabezó el estudio difundido por la revista Science.

Las personas melancólicas o apáticas logran abstraerse de las cuestiones mundanas para reflexionar, y para lidiar con situaciones demandantes mejor que las personas 'felices' porque el mal humor 'promueve estrategias de procesamiento de información', tal como señaló Forgas.

Otros resultados preliminares de la investigación señalaron que las personas tristes se expresan mejor por escrito, que en realidad promueve 'un estilo de comunicación más concreto, más armonioso y, en definitiva, más exitoso', según el psicólogo.

Además, los días grises serían buenos para algo más que ver tele tirado en el sofá: cuanta más humedad y más gris el cielo, más se estimula la memoria, mientras que el sol logra hacer que las personas se olviden de todos los problemas, y de todo en general.
 

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