Muchas aplicaciones de mensajería están presentes en nuestras vidas constantemente
Es muy fácil caer en errores de seguridad, si no tienes en cuenta ciertos factores.
Telegrama, Messenger, Facebook, Snapchat, WhatsApp… y muchas mas, es una lista infinita. Las aplicaciones móviles de mensajería instantánea inundan nuestras vidas y se han vuelto tan comunes como respirar.
Cada vez somos mas los usuarios que son conscientes de la amenaza a la privacidad que pueden suponer si no se tienen en cuenta ciertos factores.
Cuando usas una aplicación que emplea cifrado, parece que tu información y tus comunicaciones que compartes estuviera completamente protegida. Pero no sirve de nada que los mensajes estén cifrados si la aplicación abre el acceso a todos los datos guardados en el dispositivo móvil.
Cuidado con los pantallazos
Este servicio puede hacer que la conversación llegue a varias personas en formato imagen, con la fotografía y el nombre del usuario incluida.
¿Cuanta gente puede contactar?
Al igual que las personas que están en la agenda del usuario pueden ver su foto de perfil (en caso de no limitarla), todas las personas que tienen el número de ese usuario guardado entre sus contactos pueden escribirle, sin necesidad de que les acepte. Esto puede dar lugar a recibir mensajes inapropiados o incómodos sin consentimiento.
El receptor de los mensajes
Es imprescindible tener cautela con la información que enviamos a por WhatsApp y aplicaciones de mensajería directa.
Siempre es poca la seguridad
Hay que valorar las opciones que ofrece en temas de seguridad. El cifrado es básico pero es importante recurrir a opciones que, además de cuidar a información que se envía conserven el anonimato del usuario.